Carta de despedida de Sancho Panza a Don Quijote
Señor mío,
Le escribo esta carta principalmente para agradecerle por todo lo que hemos
pasado, aventuras increíbles, recuerdos imborrables, pero lo más importante son
los valores que me ha enseñado y como me ha convertido en un hombre que respeta
a lo demás, ayuda a todo quien lo necesite, un fiel soñador, y buena persona.
Yo sigo insistiéndole mi señor, aunque no me quiera creer, que se levantará de
esa cama, y nos iremos al campo vestidos de pastores tal como lo hizo la
señorita Marcela, y así, seguiremos nuestras aventuras juntos y siempre nos
apoyaremos el uno al otro, tal como lo hemos hecho todo este tiempo. Ambos
sabemos, señor, que hemos pasado por buenos y malos momentos, y quiero
agradecerle de corazón, por todo lo que ha hecho por mi. Quiero pedirle el
favor, si fuese posible, de perdonarme porque mi culpa ha sido de no haber
cinchado bien a Rocinante provocando su caída que lo ha traído a tan malas
condiciones de salud.
Si de las malas condiciones en la que se encuentran, llegase la hora menos
esperada, solo le pido que quiero verlo
tranquilo, recordando cada una de nuestras aventuras y la buena vida que tuvo,
siendo un humano respetable y honrado, siempre luchando por el bien tal
como lo hizo en los molinos de vientos, luchando como usted le decía, contra
los "gigantes"; en la derrota del Vizcaíno en su pelea gracias a sus
habilidades, sabiduría y valentía, a pesar de haberse herido la oreja; nuestra
aventura con Grisostomo y su fortaleza para defender a la Señorita Marcela,
dejándola ser libre de los prejuicios de los hombres; nuestras aventuras y
anécdotas en las ventas de los cabreros y como gracias a su buena manera de ver
la vida, mejoró la mía.
Le doy gracias a usted mi señor por hacer de cada una de estas aventuras,
un recuerdo increíble. Sin usted, estas aventuras no habrían podido ser
llamadas aventuras porque gracias a su imaginación y positivismo, fuimos
testigos de eventos que sin ello, no habrían sido mas que hechos cotidianos del
diario vivir. Ahora tengo la certeza de poder llamarlo amigo, un amigo que se
preocupo siempre por mi, y a pesar de haber empezado por un intercambio o un
trato, es decir, acompañarlo en sus aventuras como escudero a cambio de
ínsulas, nuestra relación de amistad logró mucho mas que cumplir un simple
trato, nos convirtió en familia, se convirtió en el padre o abuelo con el que
nunca tuve tal relación, y es por esto y por muchas cosas más que de haberlas
escrito habría de escribir un libro completo, que le agradezco por dejarme ser
su compañero fiel, su amigo, y su máximo admirador.
Hasta siempre querido Don Quijote,
Su buen amigo,
Sancho Panza
¡HASTA EL CURSO QUE VIENE!
FELICES VACACIONES